PRESUMIR EL ANILLO: La emoción te inundará y no dudarás en compartir este gran detalle con tus amigas, conocidas y familiares. Antes de hacerlo te sugerimos consentir tus manos con un lindo manicure.
TE TRANSPORTARÁS A OTRO MUNDO: Los días posteriores la pasarás muy feliz, con gran ilusión y por qué no cantando sin parar. Cómo no estarlo, ¿a quién le piden matrimonio todos los días?
FELICITACIONES: De inmediato vendrán las felicitaciones de personas con la que quizá no hables desde hace años, tómalas de la mejor manera y agradece.
PREGUNTAS: Como te lo mencionamos anteriormente, esto causará revuelo, comenzarán los clásicos cuestionamientos como “¿cuánto será la boda?”, “¿dónde?” o el simple “ ¡espero la invitación!”.
CONSEJOS: Tus amigas y familiares comenzarán a derrochar alegría a tu lado, lloverán los consejos para esta nueva etapa. Buenos o malos, acéptalos.
¡A COMPARTIR LA HISTORIA! No es para menos no presumir cómo llegó a ti la mejor propuesta de tu vida, es muy lindo valorar el esfuerzo de tu prometido.
CAMBIARÁ LA RELACIÓN CON TU PAREJA: Quizá te sientas más presionada por fijar la fecha de la boda (o tal vez lo presiones a él), pero tranquila, todo tiene su tiempo. Tampoco sientas que con esta propuesta ya debes hacer la función de esposa, hasta no llegar al altar, nada es concreto.
¿Emocionada por este gran día? Déjanos ser parte de él. Síguenos en nuestras redes sociales y cuéntanos tu experiencia.