• “¿Estás segura de casarte?”: Si la persona tomó la decisión de unir su vida a esa persona es porque esa pregunta ya se la cuestionó anteriormente y la respuesta fue “sí”.
• “¿No crees que estás gastando mucho?” / “¿No te gustaría algo más lujoso?”: Cada pareja tiene fijado un presupuesto y ese tipo de comentarios están fuera de lugar, a menos que seas tú quien le esté apoyando económicamente.
• “¿No te da miedo que el novio no llegue a la boda?”: Los nervios de una novia están a mil por hora y te juramos que no necesita más, ese tipo de comentarios sólo la alterarán y sugestionarán.
• “¿Le tienes la suficiente confianza a tu pareja?”: A menos de que estés segura de algún hecho fundamentado que pueda perjudicar a esa persona, aplica, de no ser así, no es correcto meter dudas en una pareja que tras conocerse ha llegado hasta este punto.
• “¿No te parece que llevan muy poco tiempo juntos?”: Cada relación va a su ritmo, existen personas que tras 10 años siguen descubriendo cosas entre sí y quienes por el contrario en tan sólo meses logran hacer el match perfecto.
• “¿Estás subiendo de peso?”: Las mujeres por naturaleza somos muy intensas con el físico; si quieres contribuir con la mejora de esta persona, puedes recomendarle nuevos hábitos que le permitan mantenerse saludable.
• “¿Para eso te tardaste tanto?”: Las mujeres tomamos horas y horas para nuestro arreglo personal o para una simple elección del banquete de bodas, por lo que en lugar de comentar cosas de este tipo, una ayudadita estaría mejor.
• “¿Ese va a ser tu vestido?” (con gestos de desagrado): No es necesario tomar una actitud de rechazo inmediato. Si aún no es el definitivo y crees que no le favorece, simplemente puedes comentar cosas como “ví uno que seguro te luciría increíble, nada pierdes con medírtelo”, después de verlo quizá se quede con tu sugerencia.
Y bien, si eres la novia y recibes este tipo de comentarios, ¡ignóralos! Lo mejor es que este día disfrutes cada detalle y lo recuerdes como el más especial de tu vida.
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