Este artículo va dedicado especialmente a las parejas que ya contrajeron nupcias aunque, si no es tu caso, no dejes de leer porque esto podrías evitarlo a tiempo.
Se trata de una situación emocional que denominamos “post-boda” en la que de un momento a otro pasarás de la felicidad inmensa de la boda a un estatus de estrés, desesperación, posible inseguridad y en casos extremos hasta arrepentirte de haberte casado. ¡Tranquila (o), no es el fin del mundo!
• Comenzamos por los síntomas de estrés: comienzas una nueva vida con hábitos y costumbres diferentes, puede que algunas cosas de tu pareja comiencen a parecerte malas o no son afines con tu estilo de crianza; para ello te recomendamos sentarte a platicar con él / ella y establecer límites y acuerdos ya que puede encontrarse en la misma situación.
• La segunda es la desesperación: por ejemplo, no todas las mujeres tienen talento para cocinar o los hombres para arreglar algunos detalles de la casa; si alguno de los dos tienen habilidades “inversas a lo tradicional” pueden ser el mejor equipo aprendiendo uno del otro.
• La inseguridad: viene casi siempre de la mano de los celos de pareja, acostúmbrense a tener comunicación siempre, además, si decidió casarse contigo es por algo.
• Arrepentirse de haberse casado: este es un caso extremo que puede ocurrir; pon sobre la mesa todas las cosas que te motivaron a casarte y verás que son mayores a las que tienes en contra.
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